Amarillos, mostazas, ocres… Si duda una combinación de colores delicada, viva y elegante, capaz de transmitirnos La Paz y el equilibrio que tantas veces necesitamos.
Se trata de un centro de lo más atemporal donde mezclamos flor preservada y seca, de esta manera enriquecemos la composición y conseguimos aportar dos características claves: naturalidad y flexibilidad.
Su base es discreta a la par que elegante, blanca y de cerámica… en resumen, todas estas características la convierten en la pieza ideal para encajar en prácticamente cualquier lugar donde te la puedas imaginar.